La Vanguardia. Dimarts, 05-08-1930
La cuestión de los canteros de «Can Baró» sigue sin resolver.
Según nos comunica don José Massanís, tras no pocos esfuerzos de los vecinos y propietarios perjudicados y de las gestiones realizadas por las agrupaciones de propietarios del Carmelo y de «Can Baró» se consiguió del Ayuntamiento la orden de paro de dichas canteras, orden que fue revocada al parecer por no haber prestado su conformidad el distrito minero.
Posteriormente el gobernador dirigió un oficio al Ayuntamiento dando cuenta de que se había ordenado con carácter general, la supresión del arranque de materiales en la zona elevada, en los taludes de las canteras del monte Carmelo, «Can Baró» y casa Vélez, pudiendo extraer sólo los materiales de la parte baja de los frentes de cantera hasta la mitad de la altura del talud y los bloques y trozos de piedra caídos sobre el piso de las canteras, mientras no se marquen por la autoridad gubernativa las líneas límite de las explotaciones.
Es indudable que esta nueva disposición del gobernador tenía para los vecinos marcado interés; si no resolvía nada en definitiva evitaba al menos que el destrozo siguiera adelante.
Pasaron ocho días después de publicada tal disposición y se cumplió al pie de la letra. Más tarde ya no ha sucedido así. Los barreneros han hecho nuevamente incursión en los sitios altos prohibidos, resultando otra vez letra muerta la orden del gobernador. Como consecuencia de lo sucedido se han hecho nuevas visitas a las autoridades para protestar contra lo que está ocurriendo en las citadas canteras.
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